"El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios"
Primera
Lectura: 1Re 19,16b.19-21
Salmo:
15,
L-2ª.5.7-11
Segunda
Lectura: Gal 5,1.13-18
Evangelio:
Lc
9,51-62
TOMAR UNA DECISIÓN PARA SEGUIR A JESÚS
Después de haber
respondido personalmente a través de la oración y la reflexión sobre la gran
pregunta de Jesús: ¿ustedes quien dicen que soy yo? Si nuestra respuesta es
afirmativa, similar a la de Pedro, ahora nos toca ponernos en marcha con Jesús
hacia Jerusalen, a la luz de la decisión que tomó Jesús al encaminarse hacia la
ciudad Santa.
Claridad
pública.- la decisión que toma Jesús de subir a
Jerusalen, lo hace de manera pública, enviando mensajeros delante de él. Por tanto
cada decisión que tomemos en la vida, no debe ser a escondidas.
Madurez.-
Jesús está consciente del camino que está emprendiendo hacia su pasión, muerte
y resurrección. Ya al iniciar este caminar, en Samaria encuentra el rechazo,
pero Él continúa caminando porque es capaz de asumir las consecuencias de su
decisión.
Perseverancia.-
El
camino para Jesús que carga nuestros sufrimientos y nuestros pecados es muy
duro, pero Él continua hasta el final y así nos muestra que es posible tomar el
arado y llegar hasta la meta.